Toda familia desea el mejor futuro para sus hijos, y este empieza por el colegio. Estudiamos la oferta de colegios cercanos a nuestro domicilio o a nuestro trabajo o ambos, revisamos información en páginas web, consultamos con otras familias, asistimos a las jornadas de puertas abiertas, miramos al detalle el proyecto educativo, los servicios complementarios, el ambiente del colegio, calculamos el coste que supondrá la escolarización en uno u otro colegio…. Intentamos que no se nos pase ningún aspecto relevante para tomar la mejor decisión.
Y finalmente, elegimos un colegio que es el que mejor se adapta al tipo de educación que reciba nuestro hijo o nuestra hija. Pero aún así, las dudas no terminan. Las plazas están limitadas y nos acecha el miedo a que nuestro hijo no sea admitido, así que empezamos a plantearnos si no será mejor decantarnos por nuestra segunda opción y así garantizar que entre en un centro que al menos nos guste un poco, aunque no sea el más idóneo en nuestra opinión…
Los días pasan y llega el momento de solicitar plaza. ¿Qué podemos hacer para asegurarnos una plaza en un colegio adecuado a nuestros gustos en tema de educación? La realidad es que tenemos que lidiar en un terreno de incertidumbre. Que nuestro hijo o hija sea admitido en un colegio depende del número de plazas, del número de solicitantes, de las puntaciones que reciba cada uno de ellos en la baremación….y no podemos predecir ninguno de esos datos. El panorama no resulta tranquilizador desde este punto de vista…
Sólo podemos influír en uno de los aspectos relevantes a la hora de reservar plaza: la elección de nuestra primera, segunda y sucesivas opciones de colegio, de manera que éstas se correspondan con nuestras preferencias reales. Ésa es la forma que más garantías nos da de obtener plaza en el colegio que es nuestra primera opción (que es lo que obtienen la mayoría de familias)
La decisión a priori es complicada, pero los padres y las madres lo meditamos profundamente y elegimos siempre con la vista puesta en el mayor beneficio para nuestros hijos. No os desaniméis. Llegará septiembre y empezará el colegio con la ilusión y los miedos de conocer nuevos amigos y nuevas formas de trabajar y lo único que realmente os importará es ver salir a vuestro hijo o hija feliz de haber pasado un buen día en el cole.