La idea surge a principios del curso 2018/2019 a partir de la solicitud de una familia del AMPA de montar un aparcabicis para poder dejar las bicicletas y patinetes, con el fin de facilitar un trasporte saludable y cuidadoso con el medioambiente para toda la comunidad educativa del cole (profesorado, personal no docente, familias y alumnado).
Inicialmente se solicitó al Ayuntamiento, a través del colegio, un espacio donde poder aparcar las bicicletas y se nos ofreció el aparcabicis situado sobre la acera en la calle Abizanda, entre nuestro colegio y el instituto Rosa Chacel. Lo valoramos, pero no nos pareció el mejor lugar donde dejar un gran número de bicicletas.
Posteriormente, consultamos al equipo directivo del colegio sobre un espacio fuera de los patios de juego donde instalar un aparcabicis en el que el alumnado pudiera dejar sus bicicletas, sin que éstas interfirieran en la actividad del colegio a la vez que estaba bien resguardadas. Desde el AMPA nos ofrecimos a sufragar parte de los gastos y a instalarlo.
Tras estudiar diferentes espacios, el equipo directivo optó por el callejón detrás del edificio principal del colegio. Un espacio que hasta ese momento se usaba para almacenar muebles o enseres hasta que los recogían desde el 010, y que no interfería con la actividad en los patios ni con las salidas de emergencia del edificio.
Con la autorización del colegio concedida, comenzamos a darle forma al aparcabicis. Buscamos presupuestos, ideamos posibles decoraciones en las que podría participar el alumnado y con ello, expusimos el proyecto en una reunión del AMPA en el mes de marzo para solicitar permiso a las familias socias para asumir el gasto que suponía. El proyecto empezaba a tomar forma pero queríamos que el alumnado fuera el protagonista de su diseño y elaboración.
En la reunión, las familias se mostraron entusiasmadas con la idea y dieron su visto bueno al proyecto y a la inversión. La idea inicial fue transmitida a la jefa de estudios: la creación de un mural diseñado por el alumnado y que pudiera plasmar en el muro un graffitero. La idea encajó tanto en asamblea mensual de AMPA como en el claustro de profesores/as que organizó un concurso para que los niños y niñas expusieran sus propuestas y lemas y, finalmemente, eligieran uno que nos representara a toda la comunidad educativa.
Contactamos con el graffitero Marcos Sánchez, quien se sintió encantado con participar en el proyecto.
Los niñas y niños del cole ya estaban creando sus diseños de mural, la jefa de estudios estaba en contacto con Marcos para ir coordinando el mural y el AMPA ya había aprobado la compra de unos aparcabicis para instalar en el suelo con cabida para unas 20 bicicletas. El colegio se había ofrecido para comprar un armario donde dejar los cascos de las bicicletas y también ofrecía pintura que tenía para utilizar en los muros que fuera preciso e incluso en el mural.
Y entonces llegó como caída del cielo la ayuda del los Equipos de Actuación Distrital del Ayuntamiento de Madrid…
AMPA CEIP Filósofo Séneca 